Que el ser humano es tonto y que con el tiempo se atontece más es algo que como sociedad tenemos que ir asumiendo. Nuestro futuro lejano es quitarnos los piojos los unos a los otros para después comérnoslos.
Hoy el tema que quiero tocar es de las gasolinas, el combustible, la nafta como dirían los argentinos. Es conocido por todos que cuando empezó la moda del autoservicio nos metieron en la cabeza que este invento iba a abaratar los combustibles ya que en las gasolineras no iban a tener trabajadores. Ja, yo me descojono y me descojoné en su momento puesto que como vaticiné que esto no solo no iba a abaratar las gasolinas si no que iba única y exclusivamente a garantizar más beneficios a las petroleras a la par que aumentaría el paro.
Recuerdo porque ya soy mayor, que estos trabajadores tuvieron que hacer un curso en su momento sobre manipulación de líquidos peligrosos e inflamables que hoy ¡oh Señor! ya no es necesario puesto que cualquier memo puede llenarse el depósito ya que de todos es sabido que las gasolinas ya no son peligrosas.
Y mientras todo esto ocurría también nos colaron la liberalización del precio de los combustibles que antes los marcaba el estado, y esto iba a ser de tal magnitud con el mercado libre, que casi nos saldría la gasolina por el grifo de casa a precio de agua.
Ya veo yo como ha terminó todo esto.
Nos las cuelan dobladas pero nosotros a seguir tragando que este es nuestro sino.
