lunes, 4 de agosto de 2025

91 - LA MEJOR OPCIÓN ES SIEMPRE ELEGIR AL MAS TONTO PARA QUE PAREZCA QUE TÚ ERES EL LISTO


 



El fatídico 2 de septiembre de 2003, Aznar cometió una de sus últimas cagadas: nombró como sucesor al frente del PP a Mariano Rajoy Brey, el más torpe e incapaz de toda la cúpula del partido. Años después, el resto de los españoles, votantes o no, nos comimos con patatas a este personaje, fiel representante de la filosofía de esta banda que no partido.

En un principio, la decisión me desconcertó. Las quinielas hablaban de dos candidatos: Rajoy, a quien ya conocemos, y Rodrigo Rato. En aquel momento, yo pensaba que Rato, a quien consideraba el más inteligente y el más preparado, sería el elegido. Años más tarde, los innumerables escándalos de corrupción demostraron que su astucia la usó para otros fines. Pero, para el "divino" Aznar y su ego, Rato no era la opción.

Realmente, no lograba entender la elección de Rajoy. Todo el mundo, incluidos los militantes y simpatizantes del PP, compartía mi misma opinión: el sucesor natural debía ser Rato, el aclamado artífice del "milagro económico español" (que me descojono yo de ese milagro).

El tiempo pasó y, hace apenas unos días, tuve una especie de epifanía. De repente, comprendí la verdadera razón detrás de la elección de Rajoy. Puede ser que Aznar, consciente de que Rato era un "chorizo", optó por el más inútil e incapaz de los dos. ¿El motivo? Sencillo: la historia y el propio partido situarían a Aznar como el mejor presidente que el PP haya tenido. Y, para asegurar su legado, nada mejor que dejar al frente del partido a una banda de incompetentes, garantizando así que él siempre fuera recordado como el mejor líder que es partido y España haya tenido jamás.

Una jugada maestra, sin duda.

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