Hace escasos días se ha cumplido el triste aniversario del único ataque nuclear de la historia de la humanidad sobre población civil (o militar que da igual) , realizado por los Estados Unidos de América, por mí llamado "imperio del mal".
Hasta aquí estamos todos de acuerdo, ¿no? Pues bien, los que estáis un poco versados en historia contemporánea sabéis que esta "picadora de carne humana" se justificó diciendo que lanzar estas dos potentes bombas nucleares iba a ahorrar vidas humanas y, por lo tanto, su utilización estaba de sobra justificada.
A eso ahora hay que añadir lo que escuché el otro día en la radio, lo que supone una pirueta más para justificar este sinsentido. Seguramente, lo dijo —no lo recuerdo bien— algún miembro del Real Instituto Elcano. Este instituto seguramente sea la cabeza de playa del Consejo de Estado de los EE. UU. en España para introducir opiniones o justificaciones de la política norteamericana. Decía que los japoneses contrarios al emperador o a la política japonesa de aquella época y que vivían en el país, estuvieron encantados que les arrojaran las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, como una forma de liberarles de la tiranía.
¡Acojonante!
¿Cómo te quedas?
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