Cuando digo "mundo del masaje", me refiero a la osteopatía, fisioterapia y el masaje deportivo.
Cuando uno va a alguno de estos sitios es porque está "jodido", o porque, como nadie le toca ni con un palo, acudes a este tipo de centro. Y uno va entregado a ponerse en gayumbos o lo que le pidan, sumergiendo tu cuerpo y tu alma en el arte del masaje, así a grandes rasgos. En realidad, es una especie de magreo consentido por todo tu cuerpecillo porque el mismo lo necesita después del maltrato al que lo sometes. Como sabes, estas tres disciplinas son distintas: la osteopatía es como una técnica de retorcer tu cuerpo como si fueran trapos de cocina para quitar el agua después de limpiar la misma. La fisioterapia es poner en tu cuerpo tantos chismes que pareces una mesa de mezclas en un concierto de música electrónica, y los masajes (de los que hay varios tipos en los que no voy a entrar) aúna una mezcla de las dos anteriores, pero sin tantos estudios. Pero lo que sí coinciden las tres, y este es el asunto del que realmente quiero tratar, es que después de ponerte papel de cocina en la ropa interior para no mancharla, y bajarte un poco la misma para amasar tus lorzas durante un buen rato, a la hora de subirte dicha ropa, te la suben tanto, tanto que parece que llevas puesto el bañador de la película Borat. Y mi pregunta es: ¿no hay una medida estándar de ni muy alto ni muy bajo para realizar la maniobra correctamente? ¿No se estudia este tema tan crucial para el paciente en las escuelas de este tipo de disciplinas?. Es que resulta molesto, por lo me nos a mí.
Algún día, en una subida de calzoncillo, al igual que Iñaki Perurena subía piedras de 130 kilos, se me estrangulan los dos testículos y los pierdo.
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