-Estábamos sentados en un cueva, allá en el paleolítico, cuando entre bocado y bocado a una pata de cabra más dura que el pedernal, a uno de los nuestros se le ocurrió que a aquel que se le pasara por la cabeza traicionar a la manada humana sería acusado de rebelión y condenado a ser hervido (con unas coles de Bruselas) y comido por todas los miembros de nuestra santa hermandad-
Cuando oigo cosas del delito de rebelión me viene a la cabeza alguna que otra conversación que tuvieron que tener los primeros homínidos que pisaron la corteza terrestre. No digo yo que no exista alguna pena por "traicionar" a todos los ciudadanos de una comunidad, pero colgarte de los pulgares me parece un poco excesivo para los tiempos que corren.
Como comunista si creo en la rebelión como forma de transformación de una cloaca en la que se vive en un paraíso terrenal por eso toda aquella rebelión que mejora la vida de todos los ciudadanos es aceptable (lo otro es golpe de estado).
Pero hablando del delito de rebelión pienso que se debería de aplicar a todos aquellos políticos y partidos que esquilman mediante el hurto los recursos de una nación en detrimento de todos nosotros. O de aquellos que a sabiendas toman decisiones que pueden llevar a la muerte a más de 7000 ancianos como en Madrid o a aquellos que destrozan los servicios públicos para beneficiar a amigote de puticlub y borrachera.
Por eso no me cuenten más cuentos en cuanto a la patria porque hay muchas maneras de terminar con ella.
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