martes, 19 de agosto de 2025

96 - LO QUE HAY QUE HACER PARA GANARSE EN PAN (con respecto a los lanzamientos de bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki)

 


Hace escasos días se ha cumplido el triste aniversario del único ataque nuclear de la historia de la humanidad sobre población civil (o militar que da igual) , realizado por los Estados Unidos de América, por mí llamado "imperio del mal".

Hasta aquí estamos todos de acuerdo, ¿no? Pues bien, los que estáis un poco versados en historia contemporánea sabéis que esta "picadora de carne humana" se justificó diciendo que lanzar estas dos potentes bombas nucleares iba a ahorrar vidas humanas y, por lo tanto, su utilización estaba de sobra justificada.

A eso ahora hay que añadir lo que escuché el otro día en la radio, lo que supone una pirueta más para justificar este sinsentido. Seguramente, lo dijo —no lo recuerdo bien— algún miembro del Real Instituto Elcano. Este instituto seguramente sea la cabeza de playa del Consejo de Estado de los EE. UU. en España para introducir opiniones o justificaciones de la política norteamericana. Decía que los japoneses contrarios al emperador o a la política japonesa de aquella época y que vivían en el país, estuvieron encantados  que les arrojaran las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, como una forma de liberarles de la tiranía.

¡Acojonante!

¿Cómo te quedas?

viernes, 15 de agosto de 2025

95 - LOS INCENDIOS SE APAGAN EL INVIERNO (TÍPICA FRASE DE CUÑAO)


 



Ahora que el sistema de gestión capitalista de los montes está resultando ser un desastre de magnitudes catastróficas, oigo por tierra, mar y aire las típicas frases de "cuñado" de "los incendios se apagan en invierno" o la de "hay que limpiar el monte".

El monte no es el culpable de que arda; los culpables de que el monte arda son: nuestra forma de vida que desestabiliza el clima (cambio climático), los zumbados de los pirómanos que prenden una cerilla para que ardan, y los tiburones del dinero que ven negocio en terrenos para urbanizar.

A la naturaleza la hemos domesticado hasta tal punto que hoy en día arden menos bosques naturales en los que ha intervenido la mano del hombre. Y lo curioso de todo esto es que, después de adaptar los montes a nuestro sistema económico a través de los tiempos, ahora abandonamos el mundo rural.

Aquellos que dicen, y vuelvo a repetir, eso de: "hay que limpiar los montes" son los mismos que, cuando se inundó la Comunidad Valenciana, nos repetían machaconamente: "hay que limpiar los cauces de los ríos", cuando también es una barbaridad. Estoy esperando de manera ansiosa que, cuando tengamos un tsunami, nos digan una y otra vez: "hay que quitar la humedad al mar", o lo mismo sobre esto nos digan también: "hay que limpiar las zonas de costa", y tengamos que tirar casas y hoteles.

Los montes, para el que no lo sepa, tienen su propia forma de vida, lo que se conoce como biodiversidad. Si crecen plantas en ellos, si cae la hoja, si se arrancan ramas de los árboles, es porque así es la naturaleza, y todas las acciones que ocurren en los bosques son necesarias para el medio ambiente y la vida de los mismos.

No pretendamos ahora convertir nuestros bosques en jardines con césped, porque lo que sí hay que hacer de una vez por todas es recuperar las poblaciones autóctonas de plantas y árboles para que este sufrimiento que estamos padeciendo no vuelva a ocurrir (y mayor vigilancia).

jueves, 14 de agosto de 2025

94 - LAS INEXISTENTES CLASES MEDIAS







 El mayor logro del capitalismo y el sistema político que lo sustenta, la democracia liberal, es hacernos creer a la clase obrera que somos clase media.

Los datos son claros: según una encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) de hace escasos días, solo el 12 por ciento de los trabajadores se considera clase trabajadora, mientras que quienes se consideran clase media se repartían entre media-alta, media-media y media-baja. Patético.

Ser de clase media para ellos es un signo de solvencia; no será económica, digo yo. A tanto ha llegado el destrozo entre los trabajadores que hay quien dice —y esto lo escuché en la mejor emisora de España, Radio 5 de RNE— que son personas con 33 años que comparten piso y no pueden comprarse una casa, y aun así se siguen negando a considerarse clase obrera, ya que esta según los otros (me gusta decir los otros porque no son de los míos) la relacionan con los trabajadores más bajos.

Expuesto esto por mí, que se jodan. Esto es lo que hay y con estos bueyes tengo que arar.

A esto ha contribuido no solo el sistema en sí, sino también la izquierda pija y universitaria y, sobre todo, la socialdemocracia, aparte de la izquierda no pija, que no ha tenido forma posible de romper con la impermeabilización del discurso liberal imperante (es cierto que esta izquierda no llega porque el sistema está tan bien montado que te impide hacerlo).

Pero aun así, cada uno de nosotros portamos un cerebro que, digo yo, nos hace pensar y reflexionar; no todo se lo van a tener que dar hecho a este enjambre de atontados que pueblan nuestro territorio.







martes, 12 de agosto de 2025

93 - No hay mejor forma de identificar al tonto (político) que poniéndole un chaleco reflectante de Protección Civil.

Presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page

 


En los inicios del régimen del 78, el criterio para tener identificado al más tondo del grupo era sencillo: lo elegíamos delegado de clase. Todavía lo tengo fresco en la memoria, porque un año, por esas casualidades de la vida, me tocó a mí. Hoy, en plena democracia, al "más tonto del asunto" —que a menudo coincide con alguna que otra autoridad, sin importar el color político— se le identifica con un chaleco reflectante, generalmente de Protección Civil. Es como si ese chaleco gritara: "¡Ojo, este es el más tonto de todos los que hemos venido!".

Y la cosa no para ahí. En los tiempos del Generalísimo (que Dios le tenga en su gloria), a cualquier papanatas le ponías una gorra de plato y, como por designio divino, se investía de una autoridad casi absoluta, aunque no tuviera ni idea de nada, ¡que temblaba el misterio!. Pues bien, ese mismo fenómeno lo vemos ahora con los chalecos reflectantes 3M (esa marca tan conocida).

Sí, ya sé, la excusa es que los chalecos sirven para identificar a la "autoridad competente" (me parto de risa), y bla, bla, bla. Pero no me digáis que no resultan ridículos de manual.

Mientras escribo esto, un trágico incendio ha ocurrido en la pueblo de Tres Cantos, en la Comunidad de Madrid. He visto a uno de esos políticos llevando un chaleco de la policía local. Seguramente no tenían otro a mano, lo que significa que estaba identificado como POLICÍA (menos mal, que si llegan a tener a mano un chaleco  de Pocería Anselmo, se lo hubieran encasquetado —algo que iría contra su "identidad de pijo"—), cuando claramente no lo es. Esto me lleva a pensar que tal práctica puede estar hasta incluso prohibida por la ley.

Mi pregunta es directa: si hubiera habido un robo con secuestro en un banco, ¿se habría puesto un chaleco antibalas con los logos policiales?

¡Anda que no hay memos en España!

martes, 5 de agosto de 2025

92 - TITULITIS NACIONAL-CATÓLICA






El revuelo que se ha montado con los títulos universitario, me parto el necle. La derecha, y una parte de la izquierda progre, se han enfrascado en una carrera frenética para denunciar currículos falsos. Pero seamos claros: la derecha no solo gana por goleada en cuanto a titulaciones falsas, sino que también se lleva el premio gordo en la creación de universidades privadas de medio pelo. En estos centros se expiden más títulos raros que apuntes en una fotocopiadora.

Nos han vendido la idea de que quien tiene estudios está mejor preparado, es más inteligente y, por supuesto, más honrado. Sin embargo, la realidad demuestra lo contrario. Aquellos con recursos, como los pijos de las Nuevas Generaciones del PP, son quienes más han recurrido a este atajo. Un padre no podía permitirse tener un hijo tonto, ni el partido podía presentar a un candidato sin cualificar, por muy tonto que este también fuera.

Mientras todo esto pasaba, el hijo del obrero asistía a una universidad decente, o si no, se ponía a currar en lo que fuera. Es una paradoja: ¿cómo es posible que el hijo de una limpiadora se sacara una carrera universitaria  mientras los "cayetanos" no eran capaces? La solución fue sencilla: crear universidades carísimas, diseñadas ad hoc para que este ejército de incompetentes pudiera comprar su título universitario.

En el imaginario social de hoy, nos han metido en la cabeza que para ser político es indispensable tener estudios, y que quien no los tiene, ni siquiera debería tener el derecho a presentarse como candidato. No estoy juzgando a los que estudian, me parece muy bien que se estudie, pero otro gallo hubiera  si el Congreso de los Diputados estuviera lleno de gente de la calle como: Ramón, el albañil; Carmen, limpiadora (pongo nombre de mujer porque en este sector está lleno de mujeres); Ana, administrativa; Paco, ferretero; o Virginia, jardinera.

lunes, 4 de agosto de 2025

91 - LA MEJOR OPCIÓN ES SIEMPRE ELEGIR AL MAS TONTO PARA QUE PAREZCA QUE TÚ ERES EL LISTO


 



El fatídico 2 de septiembre de 2003, Aznar cometió una de sus últimas cagadas: nombró como sucesor al frente del PP a Mariano Rajoy Brey, el más torpe e incapaz de toda la cúpula del partido. Años después, el resto de los españoles, votantes o no, nos comimos con patatas a este personaje, fiel representante de la filosofía de esta banda que no partido.

En un principio, la decisión me desconcertó. Las quinielas hablaban de dos candidatos: Rajoy, a quien ya conocemos, y Rodrigo Rato. En aquel momento, yo pensaba que Rato, a quien consideraba el más inteligente y el más preparado, sería el elegido. Años más tarde, los innumerables escándalos de corrupción demostraron que su astucia la usó para otros fines. Pero, para el "divino" Aznar y su ego, Rato no era la opción.

Realmente, no lograba entender la elección de Rajoy. Todo el mundo, incluidos los militantes y simpatizantes del PP, compartía mi misma opinión: el sucesor natural debía ser Rato, el aclamado artífice del "milagro económico español" (que me descojono yo de ese milagro).

El tiempo pasó y, hace apenas unos días, tuve una especie de epifanía. De repente, comprendí la verdadera razón detrás de la elección de Rajoy. Puede ser que Aznar, consciente de que Rato era un "chorizo", optó por el más inútil e incapaz de los dos. ¿El motivo? Sencillo: la historia y el propio partido situarían a Aznar como el mejor presidente que el PP haya tenido. Y, para asegurar su legado, nada mejor que dejar al frente del partido a una banda de incompetentes, garantizando así que él siempre fuera recordado como el mejor líder que es partido y España haya tenido jamás.

Una jugada maestra, sin duda.