jueves, 11 de septiembre de 2025

103 - EL MASCOTISMO VISTO POR UNA PERSONA APARENTEMENTE NORMAL


 


El auge del mascotismo revela una preocupante tendencia: la deshumanización de nuestra sociedad y el declive del sentido común. Lo que antes era una simple compañía, hoy se ha transformado en una industria excesiva y a menudo absurda. Desde salones de belleza y spas para mascotas hasta cines y piscinas para perros, este mercado ha traspasado los límites de la lógica, alimentando incluso un turbio mercado negro de seres vivos.

Es fundamental distinguir entre el respeto por la vida animal y la humanización de las mascotas. Mi aprecio por los animales, y su bienestar, es genuino y, seguramente, más profundo que el de muchos que confunden afecto con antropomorfismo. Para mí, un animal debe ser tratado con dignidad y cuidado, no como un sustituto de un hijo o un compañero humano.

Si te gusta tu mascota, es tu decisión y tu responsabilidad. Sin embargo, no esperes que todos compartan el mismo entusiasmo. Cuando un perro se me acerca buscando caricias y lo rechazo, no es porque no me gusten los animales. Es porque no tolero que se me imponga el mismo nivel de estupidez que ha llevado a tratar a los animales como si fueran personas.

Desde mi perspectiva, tener una mascota es una forma de maltrato animal. Al sacarlos de su entorno natural para someterlos a las reglas y caprichos de los humanos, les estamos arrebatando su esencia. Si seguimos por este camino, no pasará mucho tiempo antes de que veamos academias de inglés para perros.

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