Se desató el infierno y segó muchas vidas la tragedia de Valencia, Una pena, un drama y un capitalismo feroz que por sacar grandes réditos económicos construye como construye.
Pero yo no os quiero hablar de eso, yo quiero hablaros de las ayudas a esta pobre gente que ha perdido todo. El Ayuntamiento de Valencia, la comunidad autónoma, el gobierno central, el PP (aunque ya sabemos que nada más llegar recortó los servicios de protección civil y que gracias a PODEMOS y su lucha por conseguir viviendas para que fueran públicas, han podido realojar a los vecinos afectados), el PSOE y otros grupos políticos les han dado su apoyo y solidaridad. Incluso los seguros como MAPFRE que ha agilizado las indemnizaciones y han hecho preferente a los damnificados del incendio ha contribuido a echar una mano.
¿Y la banca? como siempre, haciendo caja porque el dinero no tiene alma. En vez de perdonar la deuda contraída a estos pobres, solo les ha dado una moratoria es sus hipotecas. ¡Dame un trabuco!
En quince días yo acaba con estos usureros de un plumazo, sin perdón sin arrepentimiento. ¡Que gentuza por Dios!
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