Hoy he tenido un encuentro inesperado con un viejo amigo de correrías, es decir, de ir correr, en MERCADONA, y el muy cachondo me ha dado un golpecito en barriga, por no decir tripa, a la par que me hacía el comentario: "estás de buen año" pues sí, como él. Me gusta demasiado el torrezno y la oreja a la plancha o en salsa.
Esto me ha causado un síntoma de culpabilidad y me he subido a la bici estática durante 45 minutos a sudar como un gorrino mientras escuchaba por primera vez a ese gran Maese de la Logia de los nuevos medios de comunicación FACU DÍAZ (ya le escuchaba de vez en cuando o como hoy se milita en los partidos políticos, cuando me apetece).
He de deciros que me gusta, no todo, pero si un porcentaje alto de lo que hace. Es fresco, dinámico, moderno, creo que sincero y un gran orador alejado de los grandes locutores de la radiodifusión española ya que lo que se lleva ahora es otra cosa.
Comparto quizás con él la forma de enfrentarse a este mundo inundado de memos que nos ha traído DECATHLON y gilipolleces varias, los cuales nos atacan como si fueran zombis y nosotros golosos cerebros algunas veces preparado para poder sobrevivir, como si fuera guirlache (digo el cerebro) para estos bichos asquerosos.
En su programa al que me he enganchado y el cual me llevará al proyecto hombre en un futuro para poder desengancharme, tiene los mismos problemas que TWITTER, y ¿Cuáles son?; que todo el mundo le cuenta sus mierdas en cuanto a enfermedades, hospitalizaciones y convalecencias como si nos importara una mierda lo que les pasa, o como si los demás no tuviéramos nuestras propias mierdas heredadas o no y no se las contamos al mundo.
Mi consejo es que lo vean, escuchen, disfruten porque merece la pena. Este es un consejo que les doy de alguien que no pinta una castaña en este mundo, digital o no.
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