A mí una compra en MERCADONA para cuatro personas al mes me sale por 600 lereles. 600 lereles que se me clavan en el corazón solo de pensarlo. La comida y como es la vivienda, debería ser un derecho constitucional y no un negociete, como también es la vivienda aunque sea un derecho constitucional.
Este supermercado se ha subido a la parra de una manera espectacular aprovechándose de subidas el transporte, de la pandemia y de todo aquello que han querido utilizar para justificar el atraco. ¡Se están haciendo de oro! con nuestro sudor.
Recuerdo de mi niñez, cuando parte del mercado de la comida estaba fuera del trapicheo del mercado de la mano de los economatos. Estos pertenecían a las grandes empresas y bancos, y los trabajadores compraban desde ropa a muchas cosas más incluida la comida a precios económicos.
Pero ya saben, a la muerte de Paco (Franco) y el desembarco del liberalismo, supuso un tsunami de muchas cosas que estaban bien (y muchas copiadas de la socialdemocracia clásica) y que en cierta manera nos beneficiaban. Con esto no quiero defender el franquismo, pero con tanta democracia y modernidad nos dejaron en cierta manera con el culo al aire ya que nos colaron todo lo que quisieron, una de ellas el capitalismo salvaje.
No quiero terminar este post sin agradecer la lucha de los agricultores que lo único que pedían es que les pagaran mejor sus productos (lo comparto) pero que les importaba un huevo el precio final a los ciudadanos de esos mismo productos sin con ello ganaban más.
Gracias cabrones.
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